2004-10-18

Ha nacido una estrella

En Guayana está de moda tener hijos. La tasa de natalidad anual es una de las más altas del mundo: 3'84% (un claro signo de tercermundismo), con lo que la población se duplicará en 15 años. El 36% de la población tiene menos de 15 años. Pero Oscar y Eva querían elevar la tasa española y tenían previsto volverse con un bebito encargado. Habían pensado que podrían practicar 3 o 4 meses sin problema y que luego se quedarían embarazados. Pero los planes no salieron según lo planeado, se ve que Oscar tiene mucha puntería y acertó durante el primer mes. Nosotros los teníamos muy controlados y cuando nos hablaron de un retraso enseguida pensamos que el bebé ya estaba en camino. Eva se hizo la prueba y dió positivo, pero aún no se lo creían. Fueron al médico a hacerse la prueba de la ranita, y la ranita dijo "sí". Y en Enero ya tenían encargado a su hijo. Seguimos todos el embarazo muy ilusionados, el bebé sería como nuestro sobrino. Vimos la primera foto, en la que no se veía más que una mongeta (o judía como dicen otros porque aunque les duela mucho somos catalanes y no lo podemos-queremos evitar, ¡y a mucha honra!) y ya nos pareció un bebé monísimo (a ver si nos enviais la ecografía para colgarla). La tripa de Eva cada vez era más grande y a los 3 meses ya supimos que sería una niña. Empezó la batalla de los nombres, pero claro nosotros no teníamos ni voz ni voto, pero siempre podíamos opinar, ¿no? Y encontraron un nombre: Leire. Para aquellos que no son entendidos, es el nombre de una montaña del País Vasco (¿cierto Oscar?) Oscar estaba un poco decepcionado, él quería un niño porque decía que con las niñas no se puede hacer nada, que ellos son más divertidos (porque puedes jugar a la consola, llevarlos al fútbol, ¡pero si la madre es más futbolera que el padre!). Lo que no sabía Oscar es que las niñas son más padreras que los niños y que estará más unida a él. El gran momento se acercaba, así que los futuros abuelitos vinieron a vivir ese gran día con nosotros. Y mientras acabábamos de construir la piscina empezamos a hacer apuestas sobre el día del nacimiento. Ganó María que apostó por el 18 de Octubre porque era también el cumpleaños de su abuelita. Y fuimos todos al hospital muy contentos. Ruth bordó con punto de cruz unos dibujitos muy monos en unos baberos para Leire, que le regaló el día de su nacimiento (y que en ningún momento antes quiso enseñar a los padres). A Oscar se le caía la baba con su hijita (es normal) y ponía esa misma carita que pone cuando va algo achispado. Es el primer hombre que conocemos que prefiere niños, y ves, al final se da cuenta que prefiere una niña. En Navidades fuimos a ver a la pequeña nueva familia a Barcelona (sus contratos ya habían acabado). La niña estaba monísima. De vez en cuando nos envían fotos de ella, aunque últimamente se ve que no le hacen muchas (ya tardais en enviar). Espero que la niña de grande no nos odie por poner estas fotos "porno" de ella.

2004-10-14

P'habernos matao...

María y Mauro tenían una piscina muy mona que montamos entre todos a principios de año. Pero a nosotros se nos atojó tener otra en nuestra jardín (es que había empezado la temporada seca y hacía muchísimo calor). Así que nos pusimos manos a la obra a buscar una piscina de segunda mano. Y no nos conformamos con cualquiera, nada menos que 6m de diámetro de piscina. Y nos pusimos a cavar a lo vasco, con una pala y una hazada. Luego nos enteramos que podíamos haber alquilado una pala mecánica, casi matamos a alguien. El primer día nos levantamos prontito (en fin de semana) y Felix se puso a cavar sin guantes ni nada, con una pala de 2m de largo que acabábamos de comprar. Así que cuando vinieron a ayudarnos, tenía las manos tan llenas de ampollas que apenas podía sujetar las herramientas. Ruth le tuvo que curar las manos y se las vendó como buenamente pudo, pero como Felix seguía trabajando pues no se le terminaba de curar. Estuvieron todos trabajando muy duro para hacer una bonita piscina. De vez en cuando Ruth preparaba una limonada bien fría (a veces granizado de limón) para mantenerles fuertes. Pero cuando se iba el sol ya no podían continuar y lo dejaban para el día siguiente. La obra duró más de lo previsto y se alargó del fin de semana. La suerte es que como a los franceses les mola hacer huelgas de vez en cuando, pues tuvimos tiempo a la semana siguiente de continuar entre semana. Parecía la obra de la Sagrada Familia, aquello no se acababa nunca. Felix se esforzó tanto que hasta se mareaba y le daban ganas de vomitar. El suelo era tan duro que tuvimos que comprar un pico para las rocas, y aquello fue el juguete de todos durante el resto del tiempo. Pero un día dejamos de cavar y nos pusimos a montar la piscina. Entonces nos dimos cuenta que faltaba un poco más por cavar de los bordes y volvimos a cavar. Por fin dejamos las palas. Compramos arena de río para hacer el suelo suave, 2metros cúbicos. Cuando fuimos a recoger la piscina la tuvimos que desmontar nosotros mismos (e incluso vaciar porque el dueño era bastante patata) y si no hubiera sido por eso nunca nos hubiéramos creído que el liner que teníamos (la tela que cubre la piscina) fuera el mismo que estaba montado. No llegaba, era demasiado pequeño. Increíble. Los padres de Eva y de Oscar habían venido a pasar unos días ya que Eva estaba apunto de dar a luz (no lo había dicho aún, pero van a ser papás muy pronto). Y hasta ellos se metieron a ayudarnos. Llenamos la piscina a la mitad de agua, pero parecía que el liner iba a rebentar de lo que estiraba. Los mayores nos aconsejaron que no la hiciéramos tan profunda y que así el liner llegaría. Así que la vaciamos durante toda una tarde en el water de casa, pero no funcionó tampoco. Lo desmontamos todo y fuimos a la playa a robar arena para el suelo otra vez y acabámos mandándolo todo a la mierda. Sujetaríamos el liner mientras que se llenara la piscina, nuestra única esperanza era que liner diera de sí, pero como no era elástico pues no las teníamos todas con nosotros (ya no nos importaba nada, si explotaba pues un problema menos). Y sujetando el liner con pinzas de la ropa, empezamos a llenar la piscina. Estuvo llenándose durante 2 días, y para nuestra tranquilidad cuanto más peso tenía el liner encima más estiraba. Luego más tarde alguien nos explicó que el liner siempre estira (a buenas horas...). Acabó la obra y estrenamos la piscina, pero Felix había pasado muchos días sin poder dormir dándole vueltas a lo de la piscina, así que luego le dió una pájara (siempre se preocupa demasiado por todo). Podeis venir a bañaros cuando querais, la piscina está lista.