Alberto García

Alberto es el nuevo refuerzo. Susbtituirá a Felix cuando nos vayamos. Alberto también viene de Barcelona. Su novia, Ma José llegará pronto, pero lo suficientemente tarde como para no poder venir al próximo viaje al Surinam. Alberto parece algo tímido, supongo que aún tiene que acostumbrarse un poco a todo y a todos, nos pasa a todos aunque a algunos en mayor grados que a otros.

Cuando llegó intentamos llevarlo al nuevo Chez-Disou. En realidad es un lugar que no tiene nada que ver con el Chez-Disou, que por cierto, al cambiarse de local se ha subido a la parra y ya no está tan bueno. Lo bueno de este sitio nuevo es que hacen las brochetas bastante buenas y si quieres te cortan el pelo. Si, si, por 5€ tienes un corte de pelo y por 2€ más te hacen un dibujito en el pelo. Al final no pudo ser, cuando llegamos el "local" estaba cerrado, así que nos lo llevamos a cenar al Mistral. La bienvenida no fue tan auténtica, pero la impresión se la llevó con el paseíto que le dimos por el barrio Saramaca. El próximo no se nos escapa.
Por cierto, llevo un montón de tiempo pidiéndole una foto para el blog y como veo que se duerme en los laureles, he cogido la de la intranet de la empresa. Ala, el que avisa no es traidor!!!

Christophe Chumillas - alias "el Chumi" en Guayana

Un día se presentó Terremoto-Chumi. Christophe es un chaval de Barcelona, con muuuuchas ganas de venirse para aquí. Cuando llegó nos lo llevamos a cenar y le explicamos los por mayores de la Guayana. Le previnimos contra los travelos y cuando lo dejamos en el hotel se le acercaron un par de ellos, que risa, casi nos partimos. Quedamos con él durante la semana, aunque no tanto como hubiésemos querido, tampoco podemos quedar todos los días, y claro cuando uno viene para 7 días quiere aprovechar a tope. El domingo que llegó lo invitamos a comer casa, un arroz con carne. Hacía mucho tiempo que no lo hacíamos y para sorpresa mía me salió bastante bueno. En la foto se nos vé justo antes de zampárnoslo.

Parece que a Christophe esto le ha gustado mucho y se vendría encantado, ahora sólo falta que salga un puesto y lo puedan mandar. Lo que son las cosas, unos deseando venir, y otros deseando volver.