2005-07-22

Laura Ruiz en Guayana

Ivan estaba ya desesperado, así que convenció a Laura (su novia) para que viniera a pasar sus vacaciones con él. La pobre estaba muy asustada con lo de la malaria y todo eso, y más después de leer en este blog lo que le pasó a la madre de Ruth. El médico le dijo que no bebiera del grifo, que no tomara helados, que no pidiera fruta ya abierta y sobre todo que bebiera directamente de la lata. Todos hemos pasado por eso, pero cuando llegas aquí y sólo bebes agua mineral en casa y en casa de los colegas bebes del grifo, pues al final como que te acaba dando igual todo. No hay ningún peligro raro, pero es mejor no tentar a la suerte si vienes sólo para unos días. Al ir a buscarla, el coche de Ivan se chungó, suerte que se pasó antes por casa de Dani y se le paró allí, así pudo coger el de éste para poder ir al aeropuerto. Pero claro, aquí sin coche no haces nada de nada, así que los primeros días de Laura en la Guayana se lo pasaron yendo al garage. No pudieron moverse mucho por lo del coche, así que aprovecharon para visitar Kourou, claro que después de 3 días dando vueltas, pues ya se lo conocían más que nosotros. El sábado quedamos para cenar en el Mistral (uno de los mejores restaurantes de Kourou, hacen unas ensaladas...) y luego nos fuimos a tomar algo al Relais de Vieux Bourg, un bar de moda por aquí. Allí tienen una diana electrónica y desafiaron a Felix a una partida (no sabían con quien se enfrentaban, campeón de Sta. Coloma), y los dejó a todos para el arrastre. Nos fuimos pronto a dormir, al día siguiente íbamos a enseñar a esta gente el pueblo de Cacao. Nos levantamos prontito y nos preparamos unos bocatas buenos de salchichón (pasamos de comida china rara) y nos pusimos rumbo a Cacao. Pero llegando a la capital (Cayenne) se nos paró el coche en una rotonda. Cuando conseguimos arrancar nos volvimos a Kourou por miedo a no poder volver luego. Nos comimos los bocatas en casa y luego pasamos un rato en la piscina haciendo el jili. Luego nos fuimos al Zoo de Montsinnery para que lo visitaran los nuevos (estaban los mismos bichos). Dani le dió de beber a un monito de la botella, fue muy gracioso. No dejeis de ver el vídeo de los cocodrilos que grabó Iván, no tiene desperdicio. El viernes quedamos para ir de Carbet. A Laura no le molaba nada la idea de dormir en una hamaca y por supuesto pasó toda la noche sin pegar ojo. Jugamos al Chiclín como ya es tradición. Y al día siguiente nos levantamos bastante tarde. Antes de desayunar nos pegamos un buen baño en el río. Ni siquiera nos veíamos los pies, así que no sabíamos si estábamos acompañados o no, pero ese es el encanto de bañarse en este río. Hicimos un montón el burro tirándonos desde el pontón (el muelle) y ya reventados fuimos a desayunar. El resto del día pasó normalmente. Hicimos de comer Pescado a la Tahitiana (una receta que nos pasó nuestra amiga Béné). Ruth no es muy amante del pescado, pero de esta manera le encanta, y eso que en realidad está sólo hecho al limón, vamos que está crudo. La carne a la barbacoa también la hicimos con un receta de Béné: Marinada, muy buena también. Después de la comida nos pegamos una buena siesta (sobre todo Javi, que parece que duerma en una cama) y luego recogimos y vuelta a casa. Tras pegarnos una ducha fuimos a la Heladería a comernos un buen helado. El domingo volvimos a intentar ir a Cacao. Esta vez lo conseguimos. Bueno no explicamos otra vez lo mismo, que ya lo hemos visto 2 veces. Las chicas e Ivan no se atrevieron con la comida china, pero sí Felix, Javi, Ciprian y Sylvie ( que acababan de llegar a la Guayana). Volvimos a casa bastante reventados, no sabemos lo que tiene Cacao pero aunque no haces nada llegas a casa hecho polvo. El lunes probamos el Super Parque Acuático de Matouria. Lo primero que nos pasó es que al llegar comprobamos que está prohibido que los chicos entren con bañadores de bermudas (es una tonta tradición francesa, pero a las piscinas sólo pueden ir con bañadores "chulo de playa"). Felix llevaba el de "chulo" porque el otro estaba sucio. Ivan no tenía otro así que no nos dejaron entrar. Finalmente acabamos yendo a comprar uno a un Chino (los chinos tienen de todo) y por fin pudimos entrar. La gran sorpresa llegó cuando descubrimos que tan sólo había 1 tobogán. Así que lo que iba a ser un super día de emociones se convirtió en un tranquilo día en la piscina. Eso sí, como no salimos del agua no nos pusimos crema y acabamos los 4 (Ivan, Laura, Felix y Ruth) totalmente quemaditos. El resto de la semana Ivan y Laura aprovecharon para visitar lo que les quedaba por ver: las Islas de la Salud y las Tortugas. Las Islas las vieron muy bien, aunque Laura se marea en el barco. Las tortugas sin embargo, y aunque fueron 3 veces, no consiguieron verlas. Tan sólo a una chiquitita (que ya es un logro), es que la temporada hace semanas que acabó. Laura tuvo mucha suerte porque en 3 semanas que estuvo aquí pudo ver un lanzamiento del Ariane 5, el satélite THAICOM 4. El jueves nos juntamos en casa de Julien para despedir a Laura que volvía a España y a él que se iba de vacaciones. Un triste recuerdo, la última vez que fuimos a casa de Julien fue la noche que nos robaron. El viernes Laura volvió a casa, Ivan se quedó triste, pero siempre le quedaremos nosotros que ya hemos pasado por ello.

2005-07-02

Cumple en el Carbet

El 30 de Junio fue el cumple de Javi. Hizo 26 años, todo un querubín. Quiso hacer una fiesta especial y nos fuimos a celebrarlo al Carbet. Por la tarde nos fuimos a dar una vuelta en barca y por la noche nos hicimos unos bocatas y jugamos al ya tradicional Chiclín. Felix y Javi se hicieron un cubalitro de Ti'punch (ron guyanés con limón y azúcar líquida) y pillaron un pedal que Felix acabó vomitando. Ruth no vio nada de esto, puesto que había sido la primera en caer en la hamaca. Al día siguiente nos levantamos bastante tarde. Ivan como es un glotón no podía aguantar más y no paraba de hacer ruido para que nos levantáramos y desayunáramos. Nos fuimos antes a darnos un baño en el río. El agua del río es bastante turbia, el suelo es fangoso y si lo pisas se te hunde el pie o la pierna completamente. Tras hacer un rato el canelo en el río y lavarnos un poco (tomándonos nuestro tiempo para joder a Iván), preparamos el desayuno. No había para calentar la leche y nuestro termo de café no daba para todo el mundo, así que se abalanzaron todos a por el bote de Cola-cao de Ruth. Atención al cuba-litro de cola-cao de la mesa, ¿de quién puede ser? La pobre se traumatizó, tiene los días de cola-cao contados por el régimen y para un día que puede sólo tiene para tintar la leche. Seguimos jugando por la mañana hasta que nos entró de nuevo el hambre. Empezamos con la barbacoa (marinada con la salsa de Béné), aquí esta el cumpleañero haciéndonos la comida. Y después una buena siesta hasta la hora de partir. Antes de que se hiciera de noche recogimos los bártulos y volvimos a los coches con la barca. Otro fin de semana en el carbet, pero de cumple. Javi se quedó decepcionado porque no le habíamos regalado nada, hasta que quedamos en la heladería para darle el regalo que él mismo había elegido sin saberlo.