Papillon y Las Islas de la Salud

Estando aquí Felix conmigo hicimos varias excursiones. Una de ellas, una de las obligadas, es a "Les Isles du Salut"(traducción literal: "Las Islas de Hola", pero las llamamos "Las Islas de la Salud"). Su nombre original era "Les Iles du Diable", "Las Islas del Diablo", pero lo cambiaron vete tú a saber porqué. Tienes que ir en barco y puedes elegir entre varios tipos, pero claro el más auténtico es el velero (y el que más marea también). Estas Islas se usaban entre finales del siglo XIX y principio del XX como cárceles. Los baños o Les Bains en francés las llamaban. A los presos en francés se les llamaban baignards, ¿se traducirá por bañistas o por bañadores en español? Allí enviaban a gente como aquel que dice para que se murieran, el porcentaje de los que sobrevivían era muy pequeño y de los que se escapaban 0%, ya que las aguas estaban llenas de tiburones, y claro, cualquiera se pegaba un bañito en el mar. (Ah, ahora entiendo ciertos olores) Cuentan que en estas islas estuvo prisionero Papillon tras la Guerra Mundial y según se dice fue el único que consiguió escapar, pero como nunca más se supo de él no sé si pensar que se lo zamparon también.

La vegetación se lo ha comido ya casi todo y sólo quedan ruinas, pero merece la pena visitarlo. El paisaje aparte de toda la historia es increíble. Te entran escalofríos de pensar en lo que se pudo sufrir allí. En esta foto de la izquierda vemos lo que en su día tuvo que ser el comedor, vamos que eso suponemos. Las plantas lo han destruído todo. ¡Imaginad cuánta gente debía de coger en esta sala! Pues si llegais a ver los pasillos de celdas...

En la playa de San José Felix se empeñó en mostrarme su lado "Robinson Crusoe", aquí lo teneis pelando y abriendo un coco (que nos encontramos caído de un árbol en mitad de la playa, ei que está a petar de coooocos) con una piedra y un tenedor, vamos que si no lo veo no me lo creo. Oye, y que estaba bueno, el coco, digo, Felix se da por supuesto, vamos que una imagen vale más que 1000 palabras.

De vuelta a casa poté un poquito, pero he preferido evitaros las imágenes, jeje.

CACAO ¡¡¡maravillao!!!

Cacao, un pueblo en el que viven apartados de toda civilización la tribu de los "Hmong". Según la historia ayudaron a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial traicionando a los chinos, así que lógicamente China les pegó la patada en el culo. Francia se hizo cargo de ellos, pero al llegar a Europa no les permitieron la entrada y los enviaron aquí. Una vez en Guayana los criollos pensaron que los chinos no eran lo suficientemente buenos para vivir a su lado, así que los expulsaron al interior. Viven en a tomar por el culo del resto del mundo, 200 Km les separan de la civilización, pero aún así se los patean todos los días para venir a tierras "civilizadas" y traernos de comer, porque los guayaneses no saben ni cultivar lechugas.

Cuando llegamos al pueblo coincidió que estaban de fiestas y vimos cosas curiosas. Lo que más gracia nos hizo es la ropa que llevan, siguen vistiendo como antiguamente, con trajes super recargados y muy vistosos.

El mercado es muy curioso pero no fuimos capaces de comer comida china. Al principio puede parecer todo el mercado en sí muy asqueroso porque está todo lleno de moscas, pero te acabas acostumbrando a todo y las moscas son el menor de tus problemas.

Una de las cosas que más atrae a la gente a Cacao (aparte de la originalidad de los Hmong) es el Museo de Insectos. Hay una gran variedad de bichos disecados y vivos: mariposas, tarántulas de todos tipos (en la foto sujetamos una Matutu, no es peligrosa pero da un repelús...), escarabajos y cucharas como la palma de mi mano. Puedes coger algunos bichos sin problemas, si te atreves claro...

Pero también tiene una parte en el "exterior" donde hay mariposas increíbles volando en "semi-libertad" y los Colibris, aquí no teníamos ninguna foto, lo veremos en la visita con mi madre. Los Colibri molan mazo, son los únicos pájaros que pueden volar en horizontal y en vertical y además mantenerse suspendidos en el aire. El movimiento de las alas es tan rápido que no se aprecian. Consumen tanta energía que comen casi 100 veces su peso en polen cada día.

Navidades en la playa

Una de las cosas que más me impresionaron al llegar es el calorazo que hace, sobre todo cuando vienes de España pasando por Francia (donde hacía un frío que te pelas) en pleno Diciembre. La diferencia de temperatura es increíble. Eran mis primeras Navidades fuera de casa, sin la familia y sobre todo con calor. Felix llegó unos días antes de Navidad para pasar las fiestas juntos. El día de Sant Esteve mi madre me llamó emocionada porque estaba nevando, jaja y Yo en la playa tostándome al sol. Sólo tostandome claro, porque al contrario que en resto del Caribe, las playas de la Guayana no son cristalinas, el agua es marrón por los sedimentos que arrastran los ríos, y además hay pececitos que te dan mordisquitos en las piernas, asi que pasamos de bañarnos mucho.

Estando Felix conmigo salió una casa para alquilar, nos decidimos demasiado rápido porque a la casa le faltan cosas esenciales como mármol en la cocina y armarios por toda la casa, además los vecinos (recomendados por ciertos compañeros a los que agradezco con toda el alma) tenían mucho que desear, y aún me quedaban 5 meses por aguantarlos, si lo llegamos a saber...

Llegada a Guayana

Ufff, hace ya más de un año y medio que llegué. Alguna vez había pensado en hacer una especie de cuaderno de bitácora, pero me daba algo de palo. Ivan, uno de nuestros nuevos amigos me ha hablado de esto de los blogs, parece que mola, o algo. Voy a intentar hacer un resumen de todo lo vivido en Guayana hasta ahora, y luego intentaré ir poniéndolo al día con las cosas importantes que nos vayan pasando.Pues llegué un 28 de Noviembre de 2003, sola, perdida y sin saber lo que me esperaba. Enseguida conocí a gente. Es lo que tiene la Guayana, que cuando viene alguien nuevo todo el mundo intenta integrarte para que no te sientas sola. Al fin y al cabo ésa va a ser tu familia durante al menos 3 años.

El primer fin de semana hice un Carbet, vamos que me fui con una peña (Béné, Guillaume, Amaya, Sergi y más tarde llegó David Queffrineq que había llegado en misión el mismo día que llegué yo a la Guayana) a una cabaña (en barca) sin paredes, al lado del río, a dormir en hamaca y en plan colonias. Paso unas foticos de mis primeros días en el curro y de mi primer Carbet, una experiencia que hay que vivir. Antes de venir te imaginas la base como un lugar futurista, lo último de lo último, la crême de la crême, el no va más. Pero nada más lejos de la realidad, sistemas obsoletos, edificios antiguos... La maqueta del Ariane 5 es lo más moderno que tenemos. Lo que está bonito es el tema del "badge". Ponen tu foto, el servicio al que perteneces y las zonas a las que puedes acceder, identificadas por colores por toda la base. Como soy Responsable de Calidad de la Informática tengo acceso a la mayoría de sitios de la base, pero la verdad es que sólo he necesitado el color que no tiene todo el mundo (el rojo) para ir a confiscar un puesto cuando hubo el ataque viral.